sábado, 26 de abril de 2008

Estrellas

Bien, allá va mi primera reflexión... espero poder mantener el blog con entradas similares. Espero que si algún día alguien llega a leer esto, le guste y sobre todo.. le haga pensar. Antes de empezar quisiera recomendar la película American Beauty que a mi entender guarda cierta relación con este post:

Cuando después de varios meses volví a hablar con ella se quedó sorprendida con nuestra conversación. "me alegro ver que te has desmelenado un poco", me dijo... y aquellas palabras me hicieron reflexionar. Después de unos instantes respondí: "no.. no me he desmelenado, me he calmado tanto que ya todo me da igual...". A pesar de que mis palabras no hicieron referencia alguna a las estrellas, en aquel momento pensé que entre estas y los hombres no había tanta diferencia como había podido imaginar.

Hace ya demasiados años, en ocasiones, los antiguos contemplaban asombrados un fenómeno en la noche estrellada que jamás llegaron a comprender. De pronto, una estrella brillaba con una fuerza increíblemente superior a las demás. Atónitos ante un fenómeno de tal magnitud, creyeron encontrarse ante el nacimiento de una nueva estrella, bautizando así el suceso como supernova. Nada más lejos de la realidad, hoy sabemos que aquel espectáculo no respondía al nacimiento de un cuerpo celeste, sino a su muerte. Una supernova es un fenómeno que en ocasiones se produce cuando la vida de una estrella llega a su final.

Hay dos fuerzas que mantienen una estrella como un cuerpo esférico en el espacio exterior. La primera es su propia gravedad, una fuerza de compresión que tiende a concentrar la totalidad de la materia que forma parte de la estrella en un solo punto. La segunda fuerza es la fuerza de dilatación que generan las reacciones nucleares que se generan en su interior. Son precisamente estas reacciones las que las generan la energía de la estrella que vemos en forma de luz.

Durante la vida de una estrella estas dos fuerzas, que actúan en sentidos opuestos, se compensan en una perfecto equilibrio manteniendo constante el volumen de la estrella y no dejandola desaparecer. No obstante, existen dos fenómenos capaces de terminar con esta harmonía.

Cuando la gravedad de una estrella atrae materia espacial que a su vez aporta, de alguna manera, mas energía que masa, la fuerza de la gravedad no es capaz de contener la energía liberada por las reacciones nucleares, resultando en una explosión que destruye por completo la estrella y todo cuanto se encuentre a su alrededor. La energía liberada por una explosión de tal magnitud es capaz de contemplarse durante semanas apareciendo en el cielo un cuerpo celeste de formidable esplendor visible a miles de años luz.

De forma totalmente contraria, cuando la energía de la estrella poco a poco se consume, la fuerza generada por las reacciones nucleares se vuelve incapaz de contener la fuerza de la gravedad. La estrella se comienza a colapsar. En ese preciso instante, el volumen de la estrella se comienza a reducir en un proceso extraordinariamente complejo que puede desencadenar nuevas reacciones nucleares que a su vez generan tal cantidad de energía que resultan en la explosión de la estrella. Vale la pena comentar que dependiendo de la masa y composición de la estrella este fenómeno puede acabar tanto en una supernova, como en un agujero negro.

Tal vez parezca raro que hable de estrellas cuando la reflexión inicial pretendía ser de carácter social, pero supongo que no lo es... Me explico; en el fondo creo que las personas no somos mas que estrellas viviendo en un espacio terrenal, y al igual que estas, de alguna manera todos podemos explotar. Es curioso contemplar como también hay dos razones por las que una persona llegar a tal situación. De nuevo, la primera de ellas se da cuando fenómenos del entorno aportan, de alguna manera, mas descontrol que control, haciendo que la persona se desmelene. El segundo motivo (y el que me inspiró a escribir esto) se da cuando la energía de una persona, cansada de soportar tanta presión, se comienza a agotar. Cuando este proceso de compresión supera un cierto límite la persona tiende a explotar tratando de hallar un punto de inflexión en su situación personal. Supongo que quizás, la única diferencia con las estrellas es que en nuestra sociedad, cuando una estrella explota todos agachamos la cabeza reflejando así nuestro desinterés.



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